Bien, si analíticamente y tecnológicamente estoy en el sitio en que mi cuerpo ya no es capaz de resistir mas es porque estoy seguro de que lo que he dicho a lo largo de las mismas consecuencias no es mas que una pobre celebración de triunfo y tal vez de desesperación.
Adivinemos que es muy poco probable que el hecho de dar las gracias a los hechos de la vida no quiere decir que estemos preparados para mentir de una manera poco mas que espontanea, los agradecimientos se sienten y aunque para la mayoría duelen son mas bien una nueva forma de ver la convicción de las cosas que ocurren a nuestro alrededor.
Aunque el canto de las aves sea hermoso, no significa que sea el mas apropiado para los momentos en que falta la felicidad y estamos dispuestos a toda teoría que se enfrente a lo que se encuentra detrás de nosotros, seamos espíritus libres en una sola frecuencia, hasta el punto de llegar a redimir todos nuestros errores del pasado cotidiano de todos los días.
Todo segundo, cada minuto, a lo largo de las horas y al compás de los días estamos dispuestos a cosas que no se logran diversificar lo suficiente, aunque para mi la dicha no es lo mismo que la felicidad, ni la agonía lo mismo que la muerte, el hecho de sobrevivir hace que la vida se vuelva inestable, al grado de ya no conocer, ni querer encontrar la verdad de las cosas.
Muchos considerar el hecho de que las mentiras se consideren verdades como algo profundo, lamento informar que las cosas mas superficiales son las mas cotidianas de vivir en la razón, así pues, mis queridos resignados entremos todos a la lucha de la falta de razón y oportunidades para lograr ser felices en la misma forma en que arruinamos la vida de otros.
Por ello, estaré en el punto en que el dolor viene acompañado de la felicidad, si bien, fingí luchar por lo obtenido, ser parte del ganado te lleva a pertenecer al núcleo de lo que deseas conseguir, claro esta, estando consciente que ya no hay nada después del punto en el que estoy.
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