Esperar a que el viento sople o mirar las lejanas estrellas, navegar por el río de la muerte, al menos hasta que el amanecer llegue

jueves, 20 de diciembre de 2012

El Pago de una Buena Maldicion

Mirando de nuevo estoy esperando una vez mas como es que has visto el día esta tarde, pero creo que estamos en una nueva parada en la que nadie llegara por nosotros, pero adivina siempre hay alguien del otro lado, pero no lo sabemos ver porque nos dejamos cubrir por una niebla que si bien no es densa es lo suficiente profunda para desaparecer.

Ahora estoy lejos y creo que cambie, pero es muy temprano para decirlo, o al menos eso parece para los dos, pues nunca nos olvidemos de que el cantar es mas lejos que la vez que nos consideramos polos opuestos, y hoy que es la víspera del final que no tuvo un contrario deja esta canción  porque es un baile para mas de uno y menos de dos, y de cualquier de estas formas tu estas allá y yo aquí.

Y mientras muchos me tachan de apócrifo solo estoy escribiendo como cualquier otro para unos pocos, y aunque no soy limpio, al menos estoy listo, cada baile ocupa una forma de arruinarse la fiesta, espera y mira como te entiendo, el bailar en diferentes direcciones es también mi especialidad para ofrecerte, buenas noches espíritu de las antiguas formas de decirme las mismas cosas.

Quiero que este viejo error se restablezca de la manera mas pura, mas bien, de la manera mas sana posible, ser un ser maldecido parece ser parte de la corrupción de todos los días y esos son escritos que no concederé del todo, ademas, esta noche parece que me iré a otro punto cardenal, tal vez para olvidar, tal vez para pensar, pero siempre para saber rogar, el hecho de aprender a humillarme me hace ser feliz con el sufrimiento de otros, ¿Porque otro motivo estaría aquí?.

Así, si es verdad que no estoy preparado para volver a la realidad de mis propias culpas, veré que estas mas  lejos de estas historias rítmicas con un solo compás  hasta las bestias se rinden ante los encantos de las mismas consecuencias de sus propios actos, ser responsable de lo que hago me haría mas maduro, pero prefiero ser el mismo ser infantil que fui hace unos años, aquel que llora en el concreto para poder ver como se llegan a secar sus lagrimas poco a poco.

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