Esperar a que el viento sople o mirar las lejanas estrellas, navegar por el río de la muerte, al menos hasta que el amanecer llegue

jueves, 4 de junio de 2015

Cuando el tiempo desencadena realidades

Existen veces en las que no realizamos las acciones que planeamos en el tiempo que necesitamos, es en esos días en lo que no podemos encontrar la razón por la que debemos de esconder la sombra del blanco de nuestros hechos

Poco a poco, lejana a la idea que no consideramos propia de una realidad, es el permitir querer mas de lo que somos capaces de considerar parte de nuevas experiencias, aunque no precisamente signifique tener la razón ante hechos cotidianos

Siendo así, el hilo se empieza a hacer mas delgado, se precipita, olvida las condiciones que lo llevaron a ser útil y dirigir el destino de pocos con la vida de muchos, se vuelve presente, se desvanece pero comprime el corazón de los débiles

No reprochar, no sonreír, no cambiar de idea cuando es algo tarde para una nueva era, o al menos esquivar las acciones de las que no queremos vivir las consecuencias

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