Existen pocas expectativas cuando las condiciones pierden sentido, están los días venideros. y la soledad que ofrece el rendirse, propiamente no hay soluciones, pero es suficiente para seguir adelante, mirar es una pesadilla, pero sufrir lo hace mas llevadero, mas bien, el placer del cuerpo no viene de lo físico, si no de lo que nuestras almas pueden ofrecer.
Caer en rutinas fantasiosas nos lleva a desperdiciar nuestros ideales, honestamente, no hay razón para perecer ante los factores que no conocemos, perdamos el estatuto y recreemos nuestros sueños, lo suficiente para acabar con el menosprecio de nuestros ideales.
Suficiente tenemos con nuestras culpas en el momento en que nos juzgamos a nosotros mismos como para permitir el dolor ajeno, una mascara cubre mi rostro, es invisible pero palpable, es dolorosa pero continua, es el hecho de estar de un lado a otro con acciones cotidianas, es estar lejano de lo que pensamos pero vivimos todos los días.
Si bien no grito, no lloro, no permito, no sufro, las emociones se viven, a veces solo, otras rodeado de gente, pero siempre en una agonía del día a día, perder esperanza, olvidar los viejos rasgos, o solamente rodearse de acciones perecederas que no consideramos al momento de cerrar los ojos a un nuevo destino incierto.
Esperar y escapar, hechos para un recuerdo, tomar las alas y escapar de un sueño, es agonía y perdición para los incautos.
Caer en rutinas fantasiosas nos lleva a desperdiciar nuestros ideales, honestamente, no hay razón para perecer ante los factores que no conocemos, perdamos el estatuto y recreemos nuestros sueños, lo suficiente para acabar con el menosprecio de nuestros ideales.
Suficiente tenemos con nuestras culpas en el momento en que nos juzgamos a nosotros mismos como para permitir el dolor ajeno, una mascara cubre mi rostro, es invisible pero palpable, es dolorosa pero continua, es el hecho de estar de un lado a otro con acciones cotidianas, es estar lejano de lo que pensamos pero vivimos todos los días.
Si bien no grito, no lloro, no permito, no sufro, las emociones se viven, a veces solo, otras rodeado de gente, pero siempre en una agonía del día a día, perder esperanza, olvidar los viejos rasgos, o solamente rodearse de acciones perecederas que no consideramos al momento de cerrar los ojos a un nuevo destino incierto.
Esperar y escapar, hechos para un recuerdo, tomar las alas y escapar de un sueño, es agonía y perdición para los incautos.
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