Esperar a que el viento sople o mirar las lejanas estrellas, navegar por el río de la muerte, al menos hasta que el amanecer llegue

domingo, 4 de octubre de 2015

Ese momento del día

Cada mañana despertamos sin saber que va a ocurrir durante el día, por mas que planeamos un mañana al hacerse el presente se vuelve extraño el saber que pasa, lamentablemente, el fin es un principio, y la forma de huir es mas propia de una extraña agonía que un beneficio perseverante

Al medio día nos ocultamos ante lo que vemos pero no entendemos porque, solamente lo hacemos, lo suficientemente lento como para disfrutar su entrada o lo rápidamente doloroso para desgarrar lo poco que decimos al sentirlo

Rápido, esconde, busca esa sensación de un solo segundo, o humilla tus propias palabras en denigratorio e irradiación de espacios vacíos para solo morir en tres pasos o menos sin sentir, sin vivir o sin difuminar lo que decimos

Que esconder en las noches oscuras, cuando los segundos pasan a un termino que deja de ser indispensable al funcionar la primera opción.

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